Los índices de supervivencia de mujeres con cáncer de mama Etapa 1

El cáncer de mama es una enfermedad que resulta de un crecimiento incontrolable de las células en los tejidos del seno. La enfermedad es más común en mujeres de edad avanzada, aunque hay casos en que afecta a las mujeres y los hombres jóvenes. Las primeras señales de la enfermedad incluyen: cambio de tamaño y forma de la mama, secreción del pezón o la presencia de un bulto. La enfermedad se puede diagnosticar a través de un auto-examen, una mamografía, un ultrasonido o una biopsia con aguja. La enfermedad puede ser fatal, pero con el tratamiento adecuado, uno puede ser capaz de regresar a sus actividades cotidianas.

Durante la etapa 1 del cáncer de mama, el tumor suele ser de menos de dos centímetros. Esta es la etapa más temprana y por lo general no-evasivo ya que durante este tiempo, el cáncer no se ha diseminado a otras partes del cuerpo y de los ganglios linfáticos están siendo afectados. En esta etapa el tumor está confinado a la mama solo. Es durante esta etapa que se tiene la mayor tasa de supervivencia si el tratamiento se inicia inmediatamente después de la detección. En esta etapa, uno no está limitada en el tipo de tratamiento que pueden recibir. Uno de ellos es capaz de elegir entre una variedad de opciones.

Durante la etapa 1 del cáncer de mama, la cirugía es una necesidad. La cirugía se puede realizar para eliminar sólo el tumor y el tejido circundante. También se puede optar por tener una mastectomía en la que se elimina toda la mama. Esto puede ser seguida de cirugía reconstructiva. La radiación, terapia hormonal y la quimioterapia también se puede hacer para evitar la recurrencia de la enfermedad. Después de este tratamiento, las tasas de supervivencia para el cáncer de mama suele ser un noventa por ciento. Las mujeres suelen sobrevivir más de cinco años y seguir adelante para vivir una vida muy productiva.

A pesar de tratarse de la etapa que la mayoría de las mujeres sobreviven al cáncer de mama, a veces esto no sucede debido a la situación económica de las mujeres. las mujeres Negro en particular, son incapaces de ir al hospital para recibir tratamiento después de la detección debido a la falta de seguro médico. Ellos son más propensos a dejar que la condición persiste hasta la segunda etapa debido a su falta de capacidad financiera. Además, los hábitos personales como el ejercicio y la dieta también puede llegar a ser un reto para el grupo de mujeres que son más propensos a la obesidad. Sin embargo, el caso es diferente para las mujeres blancas que tienen más probabilidades de tener acceso al seguro de salud. La clave para incrementar las tasas de supervivencia radica en la detección temprana.

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